Consecuencias para la práctica profesional e investigativa apoyados en la lecturas de Morín

CONCIENCIA ÉTICA EN EL ÁMBITO FAMILIAR, PROFESIONAL E INVESTIGATIVO

“A las cosas hay que manejarlas como a cosas y a las personas como personas; de este modo las cosas nos ayudarán en muchos aspectos y las personas en uno fundamental, que ninguno puede suplir, el de ser humanos”. (Savater, 2000) 

El ser humano al encontrarse inmerso dentro de un grupo de personas con las que interactúa llega a integrarse en sociedad, en la que la convivencia a la que se enfrenta exige acuerdos, normas, reglas, obligaciones, derechos y responsabilidades para sobrellevar su situación. 

Haciendo un poco de historia, cuando el ser humano se dio cuenta lo difícil que era sobrevivir de manera aislada del resto, buscó reunirse con grupos para protegerse y cubrir sus necesidades cotidianas, como la recolección de frutos, la cacería, fabricación de herramientas, el cuidado de los niños y las niñas como algunas por mencionar. 

En este sentido he de hacer mención de la importancia de crear conciencia acerca de la participación ciudadana para producir ciudadanos con comportamientos establecidos por la sociedad, que los mantengan en el bien común como principio de conveniencia y armonía, esto puede realizarse a través de la promoción de talleres en los diversos niveles educativos como parte de la asignatura de formación cívica y ética, por ejemplo con la reestructuración de los contenidos curriculares de esta, podría llevarse no como materia optativa como resulta ser en algunos casos, sino como una más de tronco común, con la finalidad de ir induciendo a los estudiantes desde temprana edad (niños y niñas) en los principios que deben normar en la sociedad en la que se desenvuelven, llegando a ser ciudadanos con derechos y obligaciones para mantener el orden, capaces de elegir y tomar decisiones, haciendo valer sus opiniones y ser capaces de otorgar los créditos de sus argumentos a quien corresponda como símbolo de lealtad y humanismo, evitando con ello caer en plagio, como un acto de deshonestidad intelectual como lo menciona Rojas (1992) y que suele suceder en algunos espacios educativos y entre personalidades políticas y sociales.

Considero que el plagio ha acelerado su pertinencia gracias al rápido cambio tecnológico y el cúmulo de información que se puede encontrar en la red como caso especifico donde existe información al por mayor que no cuenta con el referente que acredite el origen de la misma y por tanto es manejada de una manera no tan propia por los consultores quienes al desconocer la procedencia de los textos utilizan como propia la información, o en su caso, desconocen la manera de describir la pauta que haga constar la procedencia; sin embargo, el contribuir al plagio hace que faltemos a los principios de la ética, incluso que nos formemos una creencia falsa que posteriormente transmitiremos a otros. 

En este mismo sentido, resulta conveniente rescatar el papel de la familia en la formulación de la conciencia ética; es ella el núcleo de la sociedad y en quien recae gran parte de la educación desde temprana edad, principalmente es quien nos enseña a pensar como lo menciona Morín (1999) y propone las condiciones de comportamiento humano; la familia enseña a base de la experiencia buscando lo mejor para los individuos a formar, sin embargo en su intento por hacerlos mejor cada vez, se sobreprotege y se limita la capacidad de pensamiento creativo, libre, innovador, ya que no se concibe del todo que los tiempos cambian y las relaciones sociales exigen cada día más; es por ello que resulta conveniente comunicarse con diferentes tipos de personas, intercambiar puntos de vista, debatir sobre temáticas del presente para tener un pensamiento crítico basado en los principios fundamentales aprendidos en la familia y apoyados por los de la sociedad misma; de esta manera evitar caer en la falsa idea que los que decimos es nuestro y sólo para nosotros , pues el intercambio de ideas permitirá más fácilmente tener un panorama abierto sobre la realidad. 

Por otra parte cabe hacer mención de la importancia de reconocer la ética en el ámbito investigativo y profesional, pues en la idea de involucrarme en un módulo de formación investigativa, me hace valorar los principios aprendidos por la educación familiar y escolar para desempeñarme de manera propia en esta área. Un ejemplo más próximo a esto fue el proyecto final de investigación generado a partir del Curso Previo de Titulación “Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) Aplicadas al campo de la Educación” Impartido por el Mtro. Horacio Guevara Cruz cuyo título era “Identificación de factores que intervienen para que los adultos intermedios en un rango de 30-60 años, que asisten a los talleres familiares, del DIF Municipal, utilicen los cajeros automáticos para el pago de servicios”. 

En este sentido, tras tener una temática general, delimité hasta determinar la problemática social que podía identificar, para poder proponer soluciones, lo importante que era desde mi mirada la situación a la que se enfrentaban estas personas, recordemos que forman parte de una generación humana donde el uso de aparatos tecnológicos que apresuran los procesos, apareció de pronto, sin previamente capacitar, ni aludir al respecto. Ante esta situación, considero que hemos de actuar y reconocer situaciones visibles de la realidad, situaciones ante las que podemos aportar con nuestros conocimientos, experiencias, opiniones y puntos de vista para sobrellevar los contextos complejos en los que nos vemos inmersos como sociedad e individuo mismo.
A modo de conclusión he de resaltar la importancia de aprender a conciliar lo que queremos con lo que la sociedad nos demanda y ofrece a la vez. 

Esto puede darse a partir de nuestros principios como personas, principios que son otorgados por la familia, la escuela, la sociedad y la convivencia con los demás seres con pensamientos diferentes y experiencias diversas, que llegan a un punto en el que se convergen los argumentos y establecen el mejoramiento de la sociedad a partir de contar con seres humanos que les interesa el bien común, el vivir bien la vida humana, otorgando validez de cada comentario a quien corresponde como uno de los principios del ser humano, la lealtad. 

REFERENCIAS
• Rojas, R. (1992). Formación de investigadores educativos. México: Plaza y Valdés.
•Morín, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO
• Cervantes, M. et.al. (2000.). Formación cívica y ética. México: Esfinge