Prejuicios

Prejuicio el acto de criticar de forma positiva o negativa una situación o una persona sin tener suficientes elementos previos (experiencias); es una actitud que puede observarse en todos los ámbitos y actividades de la sociedad, en cualquier grupo social y en cualquier grupo de edad, e implica una forma de pensar relacionada con comportamientos o actitudes de discriminación. Si pensamos un momento, podemos determinar que todos en alguna ocasión, hemos sido generadores o repetidores de algún prejuicio. Por ejemplo cuando asistimos al cine y emitimos juicios antes de ver la película; al momento de realizar un viaje y decir “esa línea de camión es chafa”; al leer una nota periodística; al realizar algunas compras y generar expresiones como “Todo está carísimo”; en otras situaciones “todos los hombres son iguales”; “todos los políticos roban” entre otros. Cada uno de estos prejuicios va dirigido a una situación o grupo del que nos formamos una idea negativa; ante esta situación, algunos grupos sociales por sus características y particularidades, se ven incomprendidos por el resto y son colocados en un sector de marginación, discriminación y vulnerabilidad que los hace ser diferentes dentro de la sociedad. En este sentido y como lo menciona Grosz (2007), los prejuicios sociales son una idea que nos formamos sobre un grupo de individuos, que implica una vinculación arbitraria entre dos conceptos que no tienen directa relación directa. Por ejemplo rubia con tarada, gallego con bruto, etc. Las predicciones que se establecen, pueden tener su origen en las siguientes enunciaciones: • Una falacia de generalización: Se basa en juicios que giran en torno a la falsedad, la mentira hacía una persona; se conoce a un individuo con características, comportamientos y particularidades, y se piensa que el resto de las personas es semejante o igual a ella; por lo que se enjuicia de manera generalizada. (Grosz, 2007). • Una información incompleta o sesgada: No se basa en la experiencia directa, sino en lo que nos dicen, leemos, escuchamos, vemos u oímos de diferentes fuentes como los medios de comunicación, incluso de otras personas; en los que hacer mención de algunas personas, grupos o situaciones en textos, como es el caso de los artículos periodísticos revisados. Este es un tipo de prejuicios de mayor frecuencia, ya que por las características de los grupos, resulta complejo ingresar en las realidades de cada uno de ellos, es por ello que nos apropiamos de conocimientos y opiniones ajenas. Es aquí donde la información que se presenta es únicamente desde la perspectiva de la persona del grupo, desde su mirada y desde sus intereses, por lo que resulta prejuicioso. (Grosz, 2007) • Presentar ciertas características de personas o grupos como esenciales, cuando en realidad son existenciales: A este respecto, algunos prejuicios etiquetan a las personas como poseedoras de características negativas, por ejemplo el hecho de decir que una persona es un pobre, en lugar de decir que está pobre. La diferencia parece mínima, pero no lo es: en un caso damos a entender que esa persona nació pobre y que así debe morir, mientras que en el segundo caso informamos sobre su estado, pero dando lugar a que eso pueda cambiar. (Grosz, 2007) A modo de conclusión, y en el sentido de que todos en algún momento de nuestra vida hemos sido generadores o repetidores de prejuicios, hemos de entender a estos como el acto de crítica de forma positiva o negativa de una situación o persona sin tener elementos y experiencias previas. Aunado a una actitud que puede observarse en todos los ámbitos y actividades de la sociedad (asistir al cine, leer notas periodísticas, realizar compras), en cualquier grupo social (negros, blancos, ricos, pobres) y en cualquier grupo de edad (niños, niñas, adultos)